Editorial 67: "No estoy de acuerdo con lo que dices pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo." (Voltaire)

Uno de los dones más preciados que tiene el Hombre es la palabra. La palabra para poder manifestar tanto sus sentimientos como sus pensamientos. No por nada en gobiernos autoritarios, las primeras universidades que se cierran son esas, las que ayudan a significarlas (psicología, filosofía...).
Es así, que no sería temerario afirmar que la función primera y primaria del lenguaje no es sólo servirnos de medio para comunicarnos sino, además, ser la vía a través de la cual podemos crear relaciones de encuentro y convivencia. Relaciones que se darán en tanto y en cuanto haya algo que decir y además, un ambiente donde poder hacerlo.
Pero en el caso de querer expresarse y también de tener qué decir, si no hay un ámbito que lo permita, las relaciones que se establecerán no serán de encuentro y convivencia y por tanto constructivas. Serán relaciones de choque y encontronazos y de desacuerdos e intolerancia y, en consecuencia, negativas.
Entonces, mirando a nuestro alrededor por estos días que nos tocan vivir, podemos citar a Frank V.Zappa y preguntar "¿Qué se puede esperar de una sociedad que es tan primitiva que se agarra a la creencia que ciertas palabras del lenguaje son tan poderosas que te pueden corromper nada más oírlas?"
Tal vez la respuesta esté en una frase que se le atribuye a Voltaire: "No estoy de acuerdo con lo que dices pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo." Para pensarlo. (A.M.R.)

Editorial de Calidatos 67 - Editora: Ana María Romera (any@rocha.com.ar)