Día Mundial de la Tierra



El Día de la Tierra nació el 22 de abril de 1970 cuando 20 millones de norteamericanos tomaron las calles, los parques y los auditorios para manifestarse por un ambiente saludable y sustentable. Con una coincidencia política que parecía imposible, se logró el apoyo de políticos de distintas tendencias y de gente de los espacios rurales y urbanos, de ricos y pobres, de empresarios y líderes sindicales. Ese día inspiró la creación de la Agencia de Protección al Medio Ambiente de Estados Unidos y a la aprobación de leyes relacionadas con el aire limpio, el agua limpia y la conservación de especies en peligro de extinción. A partir de entonces, cada año en esta fecha, el mundo entero reflexiona y se moviliza por una Tierra mejor.

Si en nuestro hogar comenzáramos a generar basura en forma incontrolada, producir ruidos intensos, quemar papeles y demás sustancias que deterioren nuestro aire, si agotáramos el agua y los alimentos y además viviéramos hacinados, tal vez podríamos mudarnos de casa. Eso, es lo que estamos haciendo a escala global, con la única y gran diferencia que será muy difícil mudarnos del planeta…

Una serie conocimientos, valores y conductas acordes con la conservación ambiental y el desarrollo sustentable son necesarios para que adoptemos principios de actuación ambiental responsable, con miras a detener el incontrolado deterioro de nuestros recursos naturales y el ambiente, lo cual afecta a los seres humanos en forma irreversible.

Algunos de estos principios son de aplicación simple:

- Haga de su propia vida un modelo de comportamiento responsable en lo ambiental. Por ejemplo: Evite causar ruidos molestos, es más agradable para todos. Ahorre agua, electricidad y genere menos basura, además de ser fácil, le será rentable económicamente.

- Al ir de compras, infórmese sobre los productos que no dañan el ambiente, muchos de los cuales están apropiadamente identificados en su etiqueta.

- Lea las instrucciones de los materiales y equipos que adquiere para su casa u oficina. Algunos materiales, por ejemplo, son igualmente eficientes en menores concentraciones (detergentes, plaguicidas). En cuanto a los equipos, muchos poseen mecanismos de ahorro de energía o combustible.

- Recicle y reutilice tanto como le sea posible. Prefiera artículos reciclados o poco empacados, así estará contribuyendo a consumir menos materia prima y generar menos basura.

- Prefiera automóviles con combustibles sin plomo. Son más amigables con el ambiente y no contribuyen al Calentamiento de la Tierra. Hágale servicio a su vehículo con regularidad y procure cambiar el aceite en estaciones de servicio que recuperan los residuales. Revise el tubo de escape.

- Los animales silvestres no son buenas mascotas, no pueden domesticarse, mueren rápidamente y pueden llegar a ser peligrosos.

- Deje los desperdicios en los lugares dispuestos para ello y lleve una bolsa en su automóvil para la basura, si Ud. lo hace los demás lo harán.

- Frente a un problema ambiental en su localidad, no se quede de brazos cruzados. Escriba una carta a su Intendente y cópiela a los medios de comunicación. Insista y envíe su denuncia a través de las organizaciones ambientales correspondientes.

- Hágase miembro de una organización ambiental, en la cual Ud. pueda participar activamente en sus actividades, además de recibir información periódicamente.

- Comente con sus hijos, familiares y amigos lo que acaba de leer.

Un estudio reciente desarrollado por diversas organizaciones internacionales, demuestra cómo en los últimos 30 años, alrededor del 30% de las regiones naturales del planeta se han venido deteriorando en forma alarmante, período durante el cual se ha incrementado la presión humana sobre los recursos naturales y el ambiente hasta en un 50%. Cada segundo media hectárea de bosques es destruida, las emisiones globales de dióxido de carbono sumaron a fines de los 90 alrededor de 25 mil millones de toneladas, casi el doble de la cantidad que se registró en 1950 y todavía más de 4 mil millones de seres humanos carecen de agua...

Baldomero Fernández Moreno, en su poema Caminos, dice:

Huyo siempre que puedo

de las frías veredas.

Prefiero los ladrillos

con musgo, en las afueras.

Pero amo sobre todo,

los senderos de tierra.

Mejor con una que otra

hojita amarillenta.


Ojalá que nosotros, nuestros hijos, nuestros nietos y todos aquellos que nos sigan en el viaje de la vida, podamos elegir transitar por las veredas, los ladrillos o los senderos de tierra de esta casa grande que es nuestro planeta… Si así lo deseamos, conservémoslos…

De la Redacción de Rocha & Asociados S.A. -

Publicado en Calidatos 64 - Editora: Ana María Romera (any@rocha.com.ar)

Fuente: VITALIS - www.vitalis.net

1 comentario:

Marcelo M. dijo...

Hermoso el poema de Fernández Moreno.

Hay que tener mucha sensibilidad para asociarlo al tema. Nos lleva a recordar nuestra infancia.
Gracias.